El recital de poder, clase y liderazgo del pívot Dwight Howard, para guiar a Orlando Magic a la final de la NBA sobre Cleveland, enseñó que “Superman” es el jugador más dominante en la zona pintada.
Dwight Howard, de los Orlando Magic, es el jugador más dominante de la NBA dejando en la lista de “desplazados” a superestrellas como Shaquille ONeal, Yao Ming, Amare Stoudemare, Tim Duncan o Kevin Garnett, entre otros.
Las frías estadísticas no engañan.
Howard, en su quinta temporada en la NBA, encabezó el renglón de rebotes (13.2 por juego), dobles figuras (en 32 partidos) y también apareció entre los líderes en anotaciones (20.6 por encuentro).
Fue líder de tiros bloqueados con 2.9 y cuarto en porcentaje de campo (57.2%).
El 31 de octubre, cuando Orlando Magic debutó con victoria sobre los Milwaukee Bucks 102-83 en la presente contienda, Howard dio muestras de sus intenciones al estampar sus primeras dobles figuras: 16 puntos y 12 rebotes.
A partir de ahí le tomó el gusto de marcar y conseguir balones bajo los tableros y se convirtió en un decisivo baluarte para que los Magic conquistaran el primer lugar de la División Sudeste con 59 triunfos y 23 reveses.
En el progreso de Howard mucho ha tenido que ver Patrick Ewing, quien ha ido puliendo algunos de los defectos del fornido jugador de 6-11 y 260 libras de peso, quien ingresó en la NBA en el número uno en la primera ronda del “draft” de 2004, precisamente en la franquicia de los Orlando Magic.
“Dwight es el gran factor por lo cual estoy aquí”, afirmó Ewing, seleccionado en 1996 entre los 50 mejores jugadores en la historia de la NBA.
“Tiene mucho talento, es muy atlético y no tiene límites en cuanto, a donde puede llegar. El puede ser tan bueno como lo desee”.
Con innegables cualidades físicas y destrezas para la posición de pívot, Howard ha logrado incrementar el rendimiento gracias al apoyo y la experiencia de Ewing, entrenador asistente en Orlando.
Fue un gladiador de coraje en sus lances de media distancia (60.1%) y (64.7%) en tiros libres, anotando 21.7 ppj, tomando 15.4 rebotes y 1.8 bloqueados con lo cual destrozó a los Cavs.
James no felicita a su rival
INDEPENDENCE, Ohio. Después de 24 horas de silencio desde que su equipo de los Cavaliers de Cleveland perdieron el pase a las Finales de la NBA, el alero estrella LeBron James, volvió a hablar con los periodistas para decir que todo estaba bien y explicar su filosofía de no felicitar al rival que le ha ganado.
La derrota y eliminación descubrió la nueva personalidad de James que fue la de no querer hablar a nadie, ni tan siquiera a su amigo del equipo nacional (Howard).
Por el contrario, James al margen de explicar que la derrota de los Cavaliers ante los Magic no iba a afectar su futuro con el equipo de Cleveland, también dio a conocer su nueva filosofía de como entiende “personalmente” que debe comportarse ante los rivales que le ganan, aunque entre ellos estén los que considera “amigos”.
James, en una rueda de prensa celebrada en las instalaciones de entrenamiento de los Cavaliers, apareció ante los periodistas a los que tampoco quiso hablar la noche anterior, y se limitó a admitir que el rival fue mejor.
0 comentarios