Los Ángeles (EE.UU.) El ex deportista O. J. Simpson salió ayer miércoles de la cárcel en Las Vegas, Estados Unidos, en libertad bajo fianza tras ser acusado de robo a mano armada.
El popular rostro de la prensa salió vestido con un traje claro y camisa blanca sin corbata que le había traído minutos antes su abogado, Yale Galanter, quien también se encargó de recogerlo en un coche a la puerta del Centro de Detención del Condado de Clark.
Su salida fue seguida por centenares de cámaras siguiendo sus movimientos y acompañada de gritos como "Justicia para Nicole", "Justicia para Ron" o "Dejen a Juice ir" similares a los que hace una década hicieron de su juicio por el asesinato de su ex esposa Nicole Brown y su amigo Ron Goldman, un circo mediático del que fue absuelto.
Horas antes Simpson compareció esposado y vestido de recluso ante el juez Joe Bonaventure Jr. que fijó la fianza en 125.000 dólares, por los 11 cargos presentados contra él en referencia al robo a mano armada. “Son cargos muy serios", aceptó Galanter.
El rostro de Simpson, de 60 años, se mantuvo serio y sin su sonrisa habitual mientras escuchó al juez dictaminar las condiciones de su libertad bajo fianza. Además del dinero, el juez estableció que Simpson tiene que entregar su pasaporte, algo que ya hizo a través de su abogado.
Otra de las condiciones subrayadas por el juez es que el ex deportista se abstenga de contactar, directa o indirectamente, con cualquiera de los testigos o posibles implicados en este caso.
Según confirmó Galanter a la prensa, se tratan de condiciones "normales" en estos casos.
Simpson fue detenido el domingo después del supuesto intento de robo a mano armada que tuvo lugar el jueves en el hotel Palace Station de Las Vegas.
Según las declaraciones recogidas por la policía, Simpson llegó acompañado de, al menos, otras tres personas que portaban armas de fuego exigiendo la devolución de una serie de objetos que, dijo, le pertenecían como parte de su colección como deportista y figura pública y que estaban expuestas para subasta.
Los cargos contra Simpson y sus tres acompañantes incluyen el de conspiración para cometer un crimen, intento de secuestro, robo y uso de armas.
Durante su comparecencia ante el juez, Simpson se abstuvo de declarar su inocencia en este caso como había subrayado antes en persona o mediante su abogado.
Su comparecencia también fue un fuerte contraste con su arresto en 1994, cuando Simpson fue acusado del asesinato de su ex esposa y de un amigo, y se declaró "absolutamente, cien por cien inocente".
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