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SANTO DOMINGO.- Cada día es mayor el número de parejas que presenta problemas de infertilidad, lo que provoca que, sobre todo las mujeres, busquen ayuda especializada para lograr procrear y alcanzar la bendición de ser madres.

Uno de los lugares creados para buscar la fertilidad en una pareja es el Departamento de Infertilidad de la Asociación Dominicana Pro-Bienestar de la Familia (Profamilia), que recibe mensualmente alrededor de 60 pacientes nuevas, o sea 720 al año, quienes se someten a varios tratamientos con el objetivo de tener hijos.

Así lo expresó Ruth Infante, quien informó que la mayoría de las parejas que acceden a ese programa solo llegan hasta el proceso de inseminación, ya que el diagnóstico, o sea, saber lo que tienen, le costaría a una paciente 10 mil pesos, y cada ciclo le costaría alrededor de 5 mil.

“Muchas mujeres no logran embarazarse en el primer intento, por lo que hay que volverlo a intentar, a eso le llamamos ciclo, entonces la inseminación con los medicamentos y la preparación del esperma le costaría más o menos 5 mil pesos”, precisó la doctora.

Señaló que en Profamilia realizan los métodos de baja complejidad, que son los que comprenden desde los estudios analíticos hasta la inseminación, mientras que los de alta complejidad, como es la transferencia de embriones y la captación de óvulos, se realizan en un centro de fertilidad llamado Profer.

Infante explicó que en los tratamientos de infertilidad se estudian varios campos. como son el factor masculino, ovárico y tubarico.

“El factor masculino es en el que se valora la cantidad y calidad del esperma; el ovárico, se presenta cuando la paciente por alguna razón no ovula, o sea no aportan su parte para lograr un embarazo, y el tubarico es el que se presenta cuando las pacientes por múltiples razones, como la obstrucción de las trompas o problemas infecciosos, aunque ovulen, por un factor mecánico no logran procrear”, señaló.

La doctora indicó que las posibilidades de éxito en inseminaciones alcanza el 15 por ciento por la calidad del esperma, tras asegurar que tiene una tasa de 85 por ciento de embarazos dentro de todo el programa de los cuales muchos no llegan a término, pero la mayoría sí.

Éxitos y fracasos
Gineidys Ramos es una de las pacientes de Infante, quien con una gran sonrisa cuenta que logró embarazarse y tener su primer hijo hace ya cuatro años y medio. Ramos quiere procrear por segunda vez, por lo que volvió a buscar ayuda, ya que sufre problemas de ovulación. Mientras que Faustina Rojas, con gran pesar, explica: “Yo no he logrado tener hijos, pero no pierdo la esperanza, me siento un poco frustrada, pero lo volveré a intentar hasta que con Dios por delante logre ser una feliz madre”.