Bandidos perturban el ambiente familiar

Publicadas por Noticias Y Ciencias sábado, junio 24, 2006


Las dos hijas de Edwin Asís y Ansofris Agredo no están durmiendo en su casa. Todavía no han podido olvidar los minutos de terror que vivieron en su morada la noche del pasado martes. Sus padres también sienten miedo y hasta hablan de regresar a su país de origen, Colombia.

Desde que el pasado martes a las 9:15 de la noche, fueran amarrados, amordazados y golpeados hasta sangrar por boca y nariz sólo hablan de marcharse y dejar abandonadas las ilusiones que trajeron en sus maletas para cristalizarlas en territorio dominicano.

A esta pareja de esposos, dos niñas, de 12 y 14 años, y una muchacha que los visitaba, la delincuencia los sorprendió cuando presenciaban un video en su residencia, situada en la Ciudad Satélite Duarte.

Era tal su esparcimiento, que ninguno se percató de que nueve hombres armados, uno de ellos encapuchado, saltaron una pared, penetraron sigilosamente a la casa y convirtieron su privacidad en una noche de imborrables pesadillas.

“Ellos vinieron, nos encañonaron y nos tiraron al piso. Comenzaron a llevarse todo. Tenían pistolas, puñales y armas largas.

Ellos no pasaban de 30 años. Cuando se fueron, empezamos a gritar, llamamos los vecinos, pero nada”, cuenta una joven de 16 años, testigo presencial del hecho.

Esta adolescente y un primo de la familia Asís Agredo fueron varias veces pisoteados y pateados por los maleantes., que además golpearon en la cara a una de las niñas que se resistía a tirarse al piso, como hicieron con sus padres.

Terminada su cruel exhibición criminal, los rateros cargaron con dinero en efectivo, en euros y dólares, prendas, electrodomésticos, pasaportes y otros documentos personales.

“La esposa dice que se quiere ir de este país, porque no tiene la protección que realmente necesita.

El esposo también dice que se quiere mudar”, relata Abréu. Asegura que a partir de aquella experiencia, las niñas de Asis y Agredo amanecen en su casa.

Jesús Mejía, vicepresidente de la junta de vecinos de la segunda etapa de Ciudad Satélite Duarte, fue uno de los que acudieron presurosos al escuchar voces pidiendo auxilio y dos niñas llorando histéricas.

Todos corrieron hacia la casa número 33 de la manzana 123, donde aguardaban dos padres desesperados invocando ayuda policial.

Él también tiene experiencias que contar. “En mi casa, a mi esposa hace unos meses le pusieron un cuchillo en el cuello, en presencia de dos niñas chiquitas, de cuatro años y nueve meses.

Yo tuve que quedarme solo y mandarlas a ellas para el campo, para que a mis niñas se les borrara el trauma por lo que vieron”, lamenta Jesús Mejía.

No hay vigilancia policial

La familia asaltada y golpeada se querelló ante la Policía, pero aun no ha recibido noticias de los malhechores que violaron su tranquilidad. Al día siguiente, Richard Díaz, quien vive frente a su casa, se convirtió en otra víctima del azote delincuencial en la Ciudad Satélite Duarte.

A este hombre le robaron los ajuares de su vivienda y lo amenazaron con matarlo. Díaz no perdió tiempo con denuncias policiales y se mudó sin despedirse.

“Hay un problema con la seguridad del lugar. Yo veo muy deprimente las condiciones en que trabaja la Policía”, se queja Mejía.

Indicó que la dotación del kilómetro 28 de la avenida Duarte, donde son recibidas sus quejas, no tiene personal ni recursos suficientes para enfrentar la delincuencia del lugar.

Combat Arms

Noticias Y Ciencias
5-2-09

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