SANTO DOMINGO.- La representante en el país de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), Elena Brineman, reveló que la corrupción es un mal que está presente en todas las instituciones económicas, políticas y sociales de República Dominicana y que si la misma no se erradica y se castiga severamente no habrá un buen porvenir.
Para la funcionaria estadounidense, la corrupción constituye el principal problema que afecta a toda la sociedad dominicana y que se refleja en males como el déficit eléctrico, mediante el fraude y robo de energía, así como en los hospitales, afectando de esta manera a los más pobres.
“La corrupción no sólo afecta la institucionalidad, sino que afecta todo el sistema económico, político y social”, afirmó al ser entrevistada por Servio Tulio Castaños Guzmán en el programa Institucionalidad y Justicia que produce la Finjus por el canal 37.
Brineman reveló que estudios internacionales, entre los que citó uno reciente realizado por World Economic Forum sobre competitividad a nivel internacional, revela que el problema central de República Dominicana es la corrupción, que en su opinión daña la percepción de seguridad jurídica que tienen los inversionistas extranjeros, por lo que podrían resistirse a invertir en el país.
Entiende que el desarrollo nacional estará frenado si la corrupción no se castiga severamente.
Opinó que es necesario que el sistema de control de los gastos gubernamentales sea fortalecido, porque algunas de sus instituciones, como la Contraloría General o la Cámara de Cuentas, no cumplen adecuadamente con su rol.
“Por ello la USAID apoya la reforma de las leyes de contratación de obras y servicios del Estado y promueve la aplicación del Decreto Puente, entre otras acciones, fortaleciendo a organismos como la Procuraduría General de la República en la creación de un sistema de seguimiento de la transparencia en las compras publicas”, dijo.
También mencionó que se precisa transformar el sistema de partidos políticos, que aunque ha tenido algunos avances, en muchas ocasiones da la impresión de que los partidos trabajan en contra de la institucionalidad democrática, debido a que han privilegiado el clientelismo como su método de acción y captación de recursos.
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