La artista española Rocío Jurado fue enterrada hoy en Chipiona, la localidad de la región de Andalucía donde nació hace 61 años, en un día de sol y con miles de ciudadanos en las calles para rendir un último homenaje a "la más grande".
Los chipioneros expresaron su emoción en la despedida a su paisana más ilustre, fallecida este jueves en Madrid a causa de un cáncer de páncreas detectado hacía dos años.
El santuario mariano de la Virgen de Regla, de la que la cantante era devota, se quedó pequeño para toda la gente que fue a dar el pésame a los familiares, visiblemente cansados tras el traslado de madrugada desde Madrid (a unos setecientos kilómetros de distancia) de los restos mortales de la artista.
El templo acogió la ceremonia religiosa después de que la capilla ardiente se cerrara al público a primera hora de la mañana tras permanecer abierta durante toda la noche y recibir la visita de miles de personas.
Fue la segunda de las tres jornadas de luto decretadas por el ayuntamiento de Chipiona, donde muchos comercios estuvieron cerrados en señal de duelo por la muerte de Jurado, que había expresado el deseo de ser enterrada en el cementerio de San José, en esa localidad de la provincia andaluza de Cádiz.
Sí abrieron los negocios de hostelería ante la masiva presencia de vecinos, periodistas y ciudadanos de otras localidades, que combatieron el calor de la jornada con abanicos y agua.
Chipiona recordó durante la noche a la fallecida llenando el exterior de su casa, llamada "Mi abuela Rocío", de flores y velas.
El funeral por la artista fue oficiado por el obispo de Jerez de la Frontera, Juan del Río, quien afirmó que se ha quebrado "la voz de España y de Andalucía, pero ha nacido el silencio sonoro".
Durante la misa, flanquearon el ataúd de Rocío Jurado sus familiares más cercanos, todos enlutados y llorosos.
Entre los cientos de personas que siguieron la ceremonia en el interior del santuario estaban los cantantes Isabel Pantoja y Julio Iglesias y el torero retirado Curro Romero.
En el exterior, los admiradores esperaron la salida del féretro, que abandonó el santuario a hombros de varios familiares, entre ellos el viudo, el diestro José Ortega Cano, y el hermano y representante artístico de la cantante, Amador Mohedano.
Fuera del santuario, el féretro fue recogido por costaleros de la Hermandad de la Virgen de Regla y seguido por un cortejo compuesto por cientos de personas camino del cementerio, mientras los vecinos lanzaban flores sobre el ataúd.
El féretro había sido portado al llegar a Chipiona por los mismos costaleros, que se movían al unísono, con pasos cortos, meciéndolo de modo igual a como hacen con las imágenes de la Semana Santa.
Las principales cadenas de televisión de España ofrecieron en directo el funeral y el recorrido del cortejo fúnebre, pero no el entierro, por expreso deseo de la familia, que pidió intimidad para este último adiós.
Rocío Jurado descansará en la misma sepultura en la que están enterrados sus padres y en el lugar se erigirá un monumento, anunció el alcalde de Chipiona, Manuel García.
0 comentarios