Investigadores y empresarios de Estados Unidos imaginan un futuro muy cercano en el que las fantasías serán satisfechas por compañeros sexuales artificiales
Julia Heiman, directora del Instituto Kinsey para la Investigación sobre Sexo, Género y Reproducción en la Universidad de Indiana, adelanta cambios de costumbres sexuales para la próxima década.
"Existe la posibilidad de desarrollar materiales eróticos que permitirían crear un compañero de ciertas dimensiones y cualidades, que dirá y realizará algunas cosas en esa interacción", explicó la investigadora.
El "sexo virtual" permite ya a personas en dos ordenadores remotos manipular aparatos electrónicos como un vibrador para satisfacer las peticiones sexuales del otro.
"No es algo que sólo hagan los lunáticos", dijo Steve Rhodes, presidente de Sinulate Entertainment, que ha vendido miles de aparatos de sexo conectados a Internet en las últimas tres décadas. Los empresarios también quieren combinar las imágenes de vídeo explícitas con sensaciones táctiles reales.
Existe un juego el "Virtually Jenna" que permite al usuario tener sexo con una representación de la estrella del porno Jenna Jameson gracias a dispositivos que siguen sensuales movimientos.
Carl DiSalvo, doctor en la Escuela de Diseño de la Universidad Carnegie Mellon, ha ayudado al diseño de un aparato robótico que estimula la calidez y la sensación de un abrazo.
Según detalla el portal "Iblnews" crecen las empresas que venden muñecas de tamaño natural, muy logradas y sin dispositivos electrónicos por 6.500 dólares, sin incluir los 500 dólares de envío.
Otros entienden que la tecnología aún está lejos: "Está habiendo problemas para fabricar robots que simplemente barran", dijo Pepper Schwartz, profesor de sociología en la Universidad de Washington, y autor de libros de sexo.
Dando un paso más, otros investigadores creen que en las próximas décadas habrá aparatos que podrán estimular el cerebro para crear una experiencia sexual sin la manipulación de los genitales.
Marvin Minsky, pionero en el estudio de inteligencia artificial explicó que "se están haciendo cosas con monos, pero aún no es una gran industria, así que tardará de 20 a 30 años".
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