La Iglesia Católica arremetió contra el gobierno de Evo Morales al señalar en un documento su preocupación porque en los primeros meses de gestión del mandatario se "reaviven las mismas maneras de actuar que en el pasado produjeron muerte y dolor".
En un declaración divulgada el sábado sobre la situación del país, los obispos criticaron al gobierno por "el inmediatismo, el uso de la fuerza, las presiones, la falta de respeto a los derechos de los demás y (por) jugar con las posibilidades reales del país".
Observaron que las "contradicciones entre los mismos responsables del gobierno", aumentan "la incertidumbre y la desorientación", y advirtieron que la Asamblea Constituyente, en la que Morales tiene centradas sus esperanzas de cambio, "no es alguna fuerza mágica".
El documento fue leído por el cardenal Julio Terrazas en la apertura de la 82 Asamblea de la Conferencia Episcopal de Bolivia y la alusión a las prácticas del pasado se refiere a las confrontaciones entre sectores y regiones, muchas de ellas alentadas desde el mismo gobierno. Morales cumplirá el martes cien días de gestión en medio de algunos elogios pero también de críticas.La Iglesia Católica es la institución con mayor credibilidad de Bolivia y no es la primera vez que cuestiona a un gobierno en funciones. Muchas de sus reflexiones coinciden con las observaciones de la oposición que ha reclamado al mandatario por alentar la confrontación interna.
En su reflexión anual, los obispos también exhortaron al país a acudir el 2 de julio a las urnas para elegir a los representantes que durante un año modificarán a fondo la constitución y señalaron su deseo de que la Asamblea Constituyente permita "construir una Bolivia para todos".
Ese día los bolivianos elegirán 255 asambleístas y votarán en un referéndum para aprobar o rechazar un régimen de autonomías para las nueve regiones de Bolivia.
La posición de la jerarquía eclesiástica no fueron respondidas de inmediato por el gobierno. Morales se encontraba el sábado en La Habana donde tiene previsto firmar un acuerdo comercial de corte socialista con sus colegas de Venezuela, Hugo Chávez y de Cuba, Fidel Castro.
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