 “La fiesta del Chivo” es, ante todo, un retrato descarnado de un dictador y las secuelas que ese hombre deja y que se mantienen latentes. Para todas las demás lecturas, consideraciones, críticas u opiniones sobre parecidos físicos habrá que esperar.Hay que resaltar que parte de los medios que se reunieron para presenciar la primera proyección en el país de “La fiesta del Chivo”, que dirige Luis Llosa y que está inspirada en la novela de Mario Vargas Llosa, aplaudió el filme luego de su proyección y elogió al equipo. Unos piropos que fueron recibidos con sencillez por Isabella Rosellini, los Llosa (director y novelista) y Tomás Milian, quienes llegaron a la sala minutos después de la proyección. Pero sin duda, más allá de una buena fotografía, música y trabajos actorales, esta producción independiente despertará un río de polémicas en este país debido a su tema u opiniones diferentes entre quienes buscan parecidos físicos o ademanes, gestos, miradas que retraten figuras políticas de la historia reciente de este país. Anoche Mario Vargas Llosa alabó el filme: “La película ha intentado mostrar, entre los muchos rasgos que tiene una dictadura, y sobre todo, una tan total como la de Truillo, los efectos que tiene algo de esta índole en la vida privada de las personas. Esa es una de las historias centrales de ‘La fiesta del Chivo’, encarnada en el personaje femenino de Urania Cabral. La película muestra con fidelidad, de una manera dramática y tierna por momentos, en otros, terrible, la devastación de tipo moral que puede producir un sistema en el que las personas dejan de ser seres humanos y se convierten en objetos”.Vargas Llosa elogió la interpretación de Isabella Rosellini: “Los novelista no tenemos nunca una visión muy nítida de los personajes que inventamos, pero para mí Urania Cabral tendrá la cara, la voz y los movimientos de Isabella Rosellini”.Y es que la famosa actriz da vida a una mujer amargada, opuesta a la que anoche se reunió con la prensa dominicana para presentar este filme. “Este libro, a pesar de que habla de política, es sobre las mujeres que experimentan miedos, temor”. Con sus silencios y miradas, “La fiesta del Chivo” logra retratar el horror: “Sentía que era más importante mostrar el impacto psicológico de la violencia, que la violencia en sí. Fue una buena opción porque creo que hay un contexto hoy en día que empieza a privilegiar la violencia por la violencia, directores que empiezan a morderse la cola y están en una especie de carrera a ver qué es más impactante. Me parecía importante tomar una dirección contraria”. Y eso lo logra, entre otras cosas, con un trabajo actoral impecable de Tomás Milian. “Fue un gran honor hacer este papel y no porque Trujillo era un hombre de admirar, sino por la complejidad del personaje. Para saber de dónde venía tanta maldad me conseguí un libro de un siquiatra dominicano, José Miguel Gómez, porque me interesaba saber cómo un niño que nace como todos los demás niños, empezó a construir este poder de maldad. Y empecé a alimentar dentro de mí las debilidades y los defectos de ese hombre”.Entrega total. El actor Tomás Milian resaltó las interioridades de un personaje complejo, lleno de complejidades. Sin duda, su caracterización del hombre déspota, egoísta, decadente, es maravillosa. Escritor convencido. Mario Vargas Llosa dejó claro que está feliz con el resultado de esta película. “Creo que Luis Llosa pudo traducir el espíritu de la novela. Lo que hay aquí es la tiranía descarnada”.Personaje fascinante. Isabella Rosellini destacó que para su personaje tuvo que buscar mucho dentro de ella. “De aquí en lo adelante, Urania Cabral tendrá la cara, la voz y los movimientos de Isabella”, dijo Vargas Llosa. Dos momentos En el paísCon los dominicanos“Ya conozco la calidad de los técnicos y actores de este país, está pendiente volver y hacer una película ciento por ciento sustentada con personal dominicano”, dijo Luis Llosa. Además, pidió aplausos para Juan Basanta, “que ha sido un gran apoyo”. Llosa saludó a los actores criollos que fueron parte de la película y que estaban en la sala.Con cubaLas tiraníasQue Tomás Milian, un cubano, haya encarnado a Trujillo, dio pie para una comparación necesaria de la que se ocupó el propio actor y el escritor. “Fidel y Trujillo son dos actores muy exitosos. Trujillo tenía una vocación teatral, histriónica, montaba unos espectáculos que ningún actor ha montado jamás, en los que participaba todo el pueblo, como Fidel”. |
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