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A lo mejor no se presentan en su trabajo con su vestimenta tradicional, pero siempre llegan con su esencia. El simple hecho de que sus voces se escuchen en sus dos lenguas maternas español e indígena las hacen diferentes y, mucho más todavía, porque encontraron en la radiodifusión la mejor herramienta para establecer un diálogo con su gente.Ocotlán García Vázquez, por ejemplo, apenas terminó primero de secundaria y hoy es parte fundamental de la radiodifusora cultural indígena de Cuetzalan, Puebla, que transmite en náhuatl y en totonaco. Hablante del náhuatl, no sólo se desempeña como lectora, sino también como operadora, productora, redactora y todo lo que haya que hacer para atender las necesidades de por lo menos 60 municipios del norte de Puebla y unos 36 de Veracruz.“Este trabajo implica una gran responsabilidad, porque el compromiso en sí no es tanto con la institución para la que trabajamos, sino con las comunidades indígenas a las que atendemos. Todo lo que hacemos está dirigido a ellos y lo que transmitimos es parte de los conocimientos que nos han ido dejando nuestros antepasados, que son los que saben de la vivencia de antes, lo que aún conservamos, las fallas que cometemos como jóvenes. Todo eso es donde nosotros sacamos información.”Delina Luna tiene ya ocho años de trabajo en la emisora La voz de la frontera sur, ubicada en Las Margaritas, en Chiapas, mas su paso no ha sido nada sencillo. Por el contrario: “yo vivía en una comunidad lejana, hasta que salí a la ciudad a estudiar un poco y empezar a trabajar.”Como mujer, Ocotlán García enfrenta complicaciones que, al final, la enorgullecen más. Si bien asegura que en la región norte de Puebla hay muchas agrupaciones que ayudan al ámbito femenino, “lo que las hace un poco más abiertas”. Sin embargo, en sus programas también tratan de hacer conciencia “para que (los hombres) aprendan a ver a las mujeres como su pareja y no como alguien a la que pueden tener siempre bajo sus órdenes.”
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