¿Cuál ha sido su aporte?

Publicadas por Noticias Y Ciencias jueves, octubre 04, 2007



Los movimientos populares en República Dominicana deberán abocarse a una redefinición de los métodos de lucha que hace décadas marcaron el desarrollo de memorables procesos de jornadas reivindicativas.
Esta reflexión es un punto coincidente entre dirigentes políticos, sindicalistas, politólogos y empresarios respecto a lo que ha sido la historia de las movilizaciones populares en el país.
Algunos consideran que las propuestas y objetivos que las organizaciones tradicionales muestran como carta de presentación deben ajustarse al modelo de sociedad predominante.

“No se puede hablar del movimiento popular como algo estático. Las organizaciones de la sociedad hoy día no son las mismas de los años 70’ y 60’. La característica básica del movimiento popular es, más bien, una característica territorial: el barrio, la provincia, el municipio. La gente se agrupa por otros intereses”, explica el politólogo Pedro Catrain.

Apunta que el movimiento popular actual se agrupa movido por demandas puntuales y coyunturales. Catrain reconoce que existe un movimiento social importante, dado que “los partidos políticos están completamente divorciados de la sociedad. La izquierda no existe y el Estado es autoritario, que no toma en cuenta las demandas de la sociedad”, expone Catrain.

El sociólogo y catedrático José Antinoe Fiallo secunda esta valoración, y añade que desde hace cuatro años la sociedad dominicana experimenta el surgimiento de movimientos sociales con particularidades relativamente novedosas, diferentes a los existentes hace 20 o 25 años.

“No son solo movimientos de jóvenes en relación a problemáticas estudiantiles, sino a problemáticas territoriales y existenciales. Están surgiendo movimientos locales barriales progresivos. Son mujeres y jóvenes de todas las edades moviéndose sobre demandas puntuales cercanas a su existencia”, observa.

Dice que el deterioro de calles, precariedad en el servicio de agua, energía eléctrica, alimentación, salud y seguridad constituyen motivaciones que han servido para abrirle paso a esos movimientos sociales.
Comparte reclamos, pero objeta el método
Consultado sobre el tema, el empresario Celso Marranzini expuso que la población dominicana atraviesa por momentos económicamente difíciles y que, por ende, entiende que sus reiterados reclamos son justos.
Lo que no comparte el ex presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) es el recurso de las huelgas callejeras como mecanismo de presión para que las autoridades satisfagan sus peticiones.

“Esta es una economía en vía de desarrollo, donde faltan muchas cosas; donde hay una enorme pobreza. Este es un país sin un plan de desarrollo a largo plazo; no hay una coherencia en muchas de las políticas que se toman. Pero, ¿qué pasa?, la inmensa mayoría de las protestas en los últimos años las están haciendo los movimientos choferiles, que están sumamente desacreditados”.
Falpo y CNUS, situados en polos opuestos
El coordinador del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), Fidel Santana, se une a los que piensan que el movimiento popular local está llamado a adherirse a nuevas transformaciones.

“En República Dominicana hay un proceso de configuración de nuevos movimientos sociales que tratan de superar errores del pasado, como el vanguardismo y el sectarismo; que se esfuerzan por articularse; por unirse a otras organizaciones que levantan propósitos también comunitarios”, dijo Santana.

Contrario a esta valoración, el vicepresidente ejecutivo de la Central Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael Abreu, considera que el movimiento popular nunca ha tenido hondas raíces en la población.
“Es un movimiento que desde el punto de vista de su real establecimiento existe de manera aislada, sostiene. Dijo que los movimientos populares explotan las demandas insatisfechas del pueblo.
Posturas políticas
En este debate se expresaron los voceros de la bancada de diputados peledeísta, perredeísta y reformista. Domingo Páez, del PLD, sostiene que “el descrédito de los dirigentes populares es debido al uso recurrente de métodos de lucha que no conducen a nada”.

El reformista Ramón Rogelio Genao señala: “El debilitamiento de los movimientos sociales obedece a conflictos de intereses entre los que son los pliegos de demandas y los intereses privados de los gremialistas”.
Cristian Paredes, del PRD, formula: “No es cierto que el movimiento popular se encuentra desacreditado, a mí me merece respeto el Foro Social Alternativo”
Hablan un politólogo, un empresario y un dirigente popular
Pedro Catrain
Politólogo
“Creo que estamos en un momento de transición del movimiento popular. No se puede hablar de un movimiento debilitado, porque las demandas y necesidades del movimiento están muy presentes. Lo que pasa es que es un movimiento popular con otras características”.
Celso MARRANZINI
Empresario
“Son muchos los factores que han ido desprestigiando los movimientos. Si alguien se queda en su casa, es por temor a que le hagan algún tipo de daños físicos, como pasó con la guagua de empleados de zonas francas, que se le tiró una bomba molotov y una señora quedó gravemente lesionada”.
Fidel SANTANA
Dirigente-Falpo
w “Tenemos un movimiento social que ha comenzado a comprender que necesita constituirse en fuerza política-social, en alianza con sectores golpeados por el modelo neoliberal; que necesita dotarse de un programa aglutinante, a los fines de producir una propuesta de poder”.

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