Las altas instancias de la Iglesia Católica y un grupo de miembros del empresariado dominicano, llamó ayer a los que están poniendo dificultades al trabajo de las Juntas Municipales y la Junta Central Electoral (JCE), a dejar a esos organismos cumplir responsablemente con su deber.
En un comunicado público, los prelados y empresarios piden a los "descontentos" atenerse a la Ley Electoral, y a presentar ante la JCE sus reclamos "bien argumentados", después que se conozcan los resultados finales de las elecciones.
El documento está firmado por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y los monseñores Francisco José Arnáiz y Agripino Núñez Collado, en representación de la Iglesia.
También por los empresarios George Arzeno Brugal, José Manuel Armenteros, José Miguel Bonetti, Félix García, Carlos Sully Fondeur Marino Ginebra, Francisco García Crespo, Alejandro Grullón, Arturo Grullón, Carlos Guillermo León, Mauricio Haché A., Celso Marranzini, José Manuel Paliza, Yandra Porcella, Rafael Perelló, José Joaquín Puello, Eduardo Balcácer, Juan B. Vicini Lluberes, Elena Viyella de Pliza y José Vittienes C.
"Una vez más asistimos a inadmisibles entorpecimientos a que la JCE llegue exitosamente al final de la justa electoral. Con dolor y preocupación estamos contemplando que conductas impropias que creíamos superadas están reverdeciendo, para vergüenza de los que las están practicando", dicen los firmantes del documento.
Señalaron que el pueblo, y sobre todo los que acudieron de manera ordenada y civilizada a ejercer el sufragio el 16 de mayo en curso, reclaman imperiosamente a las Juntas Municipales que cumplan el importante deber asumido, y que remitan sin mayor dilación las actas a la JCE.
A la JCE le exigen "conciencia clara de su responsabilidad, honestidad y firmeza en todas sus decisiones, imparcialidad total, apego a toda prueba a la verdad y a la ley, sin intromisiones de interés alguno ajeno a esa verdad".
Exigen de la JCE, además, supervisión y control efectivo sobre todas sus dependencias, "infatigabilidad en el trabajo que les resta, capacidad de exigir transparencia en cuanto hagan y rapidez en llegar a su veredicto final".
Los prelados y empresarios concluyen su documento señalando que "todos estamos comprometidos a realizar los esfuerzos que sean requeridos para mantener la paz social, buscar la unidad en la diversidad, de modo que podamos preservar y fortalecer las instituciones democráticas y estar en condiciones de contribuir a la construcción del futuro, enfrentando unidos los grandes desafíos que tiene la República Dominicana en los actuales momentos.
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