SANTO DOMINGO.- El gobierno cubano estaba convencido de que no existían condiciones para la invasión de Playa Caracoles, encabezada por el coronel Francisco Caamaño, en 1973, por lo que no garantizaba que la iniciativa tuviera éxito, pero rechazó que el régimen comunista retirara el apoyo al jefe de la fracasada operación.
La revelación la hizo el embajador cubano en República Dominicana, Omar Córdova, quien dijo que el régimen de Fidel Castro le comunicó a Caamaño las dudas que se tenían del eventual triunfo del grupo liderado por el militar disidente, a quien definió como un héroe latinoamericano.
Por eso dijo que “la culpa de que esa expedición fracasara no se puede buscar en Cuba, hay que buscarla en otra vertiente”, al tiempo de señalar que “hubo traiciones e infiltraciones” de la propia izquierda dominicana, la cual tampoco colaboró con el plan del extinto coronel.
“Teníamos la preocupación, en ese momento, de que no existían las condiciones que le garantizaran a él que no se fuera a inmolar. Se le expresó, se le manifestó eso”, comentó Córdova, quien también dijo que pudo haber incomprensión en el grupo, pero “en ningún momento se le retiró el apoyo”.
Sin embargo, reconoció que Caamaño “estaba moralmente obligado a venir”, a consecuencia de lo que definió como “estado de presión muy fuerte” surgido en República Dominicana, lo que le habría hecho creer que “no debía seguir esperando más”. Se le animó, en consecuencia, y fue inducido a que “siga pa’lante y cuente con nuestro apoyo”.
Sostuvo que de su gobierno no apoyar el fracasado proyecto, el líder de la Revolución de Abril de 1965 no habría encontrado recursos ni medios para poner en marcha su plan, con el cual procurada derrocar al gobierno de Joaquín Balaguer. Caamaño y sus hombres desembarcaron por Playa Caracoles, en Azua.
“A Caamaño siempre se le respetó. Caamaño fue dueño de sus actos, llegó siendo dueño de sus actos y se fue siendo dueño de sus actos. Nosotros no reclutamos a Caamaño, porque decirlo sería que lo convencimos para ponerlo en función del interés nuestro”, aclaró Córdova.
Indicó que el gobierno de Castro lo que hizo fue “ir al encuentro de un revolucionario que se identificaba con los intereses internacionalistas de la Revolución, que había demostrado que era un militar patriota” y que salió de su país a combatir y a restaurar un gobierno democrático.
Dijo que el coronel Caamaño fue a Cuba “y le ofrecimos todo nuestro apoyo, a él y a todos los que lo acompañaron”, pero “en ningún momento nosotros cambiamos nuestra postura”. Y aclaró que “nosotros tampoco podíamos contener a Caamaño, porque él era dueño de sus actos”.
Empero, Córdova observó que en el país hay personas que dicen lo contrario, unas por desconocimiento y otras cobijadas en la mala intención, sin dejar de señalar que el personalismo, el vanguardismo, el imperialismo y la traición incidieron en el fracaso de la invasión de Caracoles.
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