El recorrido, que encabezaron el obispo Julio César Corniel Amaro, autoridades gubernamentales, militares y representantes de 50 organizaciones comunitarias, partió del parque Libertad, recorrió las calles Beller, 12 de Julio hasta el Parque Central, frente a la Catedral.
La marcha sirvió para que madres, esposas e hijos salieran con cartelones, camisetas con fotografías de parientes, muertos algunos por agentes policiales sin que todavía la Justicia esclarezca el caso.
Monseñor Corniel Amaro atribuyó el auge de la delincuencia a la falta de oportunidades, el desempleo, la drogadicción, la desintegración familiar, la falta de valores cristianos, el bajo salario que recibe la mayoría de los dominicanos.
“Queremos construir la paz, por eso estamos marchando, porque creemos en la comprensión entre todos los hombres”, agrega.
Mientras el actual senador de esa provincia, Tommy Durán, calificó de preocupante “que la Policía Nacional en su gran mayoría de cada 10 casos están envueltos en seis”, por lo que reclamó una profilaxis dentro del cuerpo del orden.
El legislador puso como ejemplo la violación reciente de dos turistas a manos de dos agentes, mientras otros extranjeros han sido víctima de atracos, y la aparición de dos cuerpos ejecutados presuntamente por dos policías en la comunidad La Colorada.
Advierte sobre seguridad
Manuel Finque, director ejecutivo de la asociación de hoteles de Playa Dorada, advierte que el país no puede perder la seguridad que por años ha caracterizado el turismo dominicano. “No podemos permitir que la violencia se vayan incrementando, y que nos arropen como en otros países”, dijo.
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